Cuidado de las orquídeas

El trasplante de orquídeas se puede realizar de forma regular cada dos años para así garantizar un desarrollo adecuado de nuestra planta. En el caso de que se den alguna de las siguientes situaciones, debemos priorizar su trasplante:

• Si nuestra orquídea está en una maceta pequeña y las raíces ya sobresalen de forma desmesurada, es importante trasplantarla. Las raíces de la mayoría de las orquídeas son aéreas y viven bien fuera de la maceta, pero si su desarrollo es excesivo podemos trasplantar la orquídea a una maceta un poco más grande.
• Cuando el sustrato se aprecie compactado y no drene bien. Es imprescindible utilizar un sustrato especial para orquídeas, como es el de Sustrato de Especialidad para orquídeas de Burés que está preparado a base de corteza de pino natural, de tamaño grueso, ideal para garantizar un buen drenaje y una buena aeración para las orquídeas epífitas. Además presenta una elevada estabilidad permaneciendo estable durante un largo periodo de tiempo.
• Si la orquídea tiene un aspecto poco sano y observamos que está afectada por alguna plaga o por hongos, en esta situación las hojas y las raíces presentarán un aspecto poco saludable con coloraciones parduzcas, poco turgentes, debemos trasplantar saneando bien las partes afectas y utilizar un sustrato nuevo y una maceta nueva o lavando bien y desinfectando todo el material que utilicemos.

Es importante en el trasplante sacar la orquídea de la maceta sin dañar sus raíces y al trasplantar no forzar las raíces a entrar en la maceta. Las raíces de las orquídeas son aéreas y fotosintéticamente activas y pueden vivir fuera. Es ideal utilizar una maceta trasparente especial para orquídeas para que así la orquídea aproveche mejor la luz.

Una vez realizado el trasplante debemos regar bien nuestra orquídea, situarla en una zona iluminada de temperatura moderada y fertilizarla pasado un tiempo.

This article was written by bures