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La lavanda, una joya aromática

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La lavanda, una joya aromática

La Lavanda, con su exquisito aroma y su belleza delicada, se ha convertido en una de las plantas favoritas de los amantes de la jardinería y la aromaterapia. Esta planta aromática, originaria de la región mediterránea, ha conquistado los sentidos de las personas en todo el mundo y se ha convertido en un símbolo de belleza y tranquilidad.

La lavanda (Lavandula dentata), es apreciada por su fragancia distintiva y relajante. Sus flores pequeñas y ligeramente violáceas o azuladas, que crecen en espigas, son un deleite para la vista y atraen a las abejas y mariposas, convirtiendo el jardín en un espectáculo.

Al ser un arbusto silvestre, la lavanda es una planta de carácter rústico y no requiere mucho de nuestra parte para florecer en los meses de verano. De hecho, es una planta que prefiere luz solar directa, por lo que debes colocarla en un lugar donde reciba al menos 6 horas de luz solar al día. Además, es una planta muy resistente por lo que no requiere mucho riego. Una vez a la semana durante la temporada de crecimiento, permitiendo que el suelo se seque entre riegos, es suficiente. El exceso de humedad podría provocar la pudrición de las raíces.

En cuanto al suelo, la lavanda necesita un sustrato ligeramente alcalino (con un pH entre 7 y 8) que es fundamental para su correcto crecimiento. En este sentido, os recomendamos el SUSTRATO PARA HORTÍCOLAS ECOLÓGICO que absorbe bien el agua entre riegos, presenta un elevado contenido en materia orgánica y una elevada capacidad de retención y de aireación. Y otro aspecto a destacar es el certificado ecológico que nos asegura que tienen un bajo impacto ambiental en los procesos de producción, almacenaje, procesamiento, etc.

 

 

Un detalle importante: En el caso de la lavanda se desaconseja el abonado dado que no es demasiada exigente en cuanto a la calidad del suelo y un exceso de fertilización puede provocar que su floración pierda su potente aroma característico. También es recomendable realizar una pequeña poda al comienzo del verano o a la llegada del otoño, aunque nunca debe superar la mitad del tamaño de la planta.

 

This article was written by bures

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