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Optimización del riego en horas de menos insolación

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Optimización del riego en horas de menos insolación

El riego es una de las prácticas más esenciales en el cuidado del jardín, especialmente durante los meses calurosos de verano. Sin embargo, la eficiencia del riego no depende solo de la cantidad de agua aplicada, sino también del momento en que se realiza. Optimizar el riego en horas de menor insolación puede hacer una gran diferencia en la salud de tus plantas y en el ahorro de agua. A continuación, desde BURÉS te explicamos cómo hacerlo.

 

 

¿POR QUÉ REGAR EN HORAS DE MENOR INSOLACIÓN?

Regar en las primeras horas de la mañana o al final de la tarde tiene múltiples beneficios:

  1. Reducción de la evaporación: Durante las horas de mayor insolación, el calor del sol provoca una rápida evaporación del agua, lo que significa que una gran parte del agua aplicada no llega a las raíces de las plantas. Regar cuando el sol está bajo minimiza esta pérdida y garantiza que más agua penetre en el suelo.
  2. Mejor absorción del agua: Las temperaturas más frescas en las primeras horas del día o al anochecer permiten que el suelo absorba el agua de manera más eficiente. Esto asegura que las raíces de las plantas tengan un suministro constante de humedad.
  3. Prevención de enfermedades: Regar durante las horas de mayor insolación puede provocar la aparición de enfermedades fúngicas debido a la humedad en el follaje. Al regar en horas de menor insolación, el agua tiene tiempo para secarse antes de que las temperaturas aumenten, reduciendo el riesgo de infecciones.
  4. Mayor eficiencia energética: Si utilizas sistemas de riego automatizados, programarlos para funcionar en las horas de menor insolación puede resultar en un uso más eficiente de la energía, ya que los sistemas no tienen que trabajar tan duro para compensar la evaporación rápida.

ESTRATEGIAS PARA OPTIMIZAR EL RIEGO

  1. Sistemas de riego automatizados: Los sistemas de riego automatizados, como los sistemas de goteo o aspersores programables, son ideales para garantizar un riego eficiente en horas específicas del día. Programar estos sistemas para activarse temprano en la mañana o al atardecer asegura que tus plantas reciban agua cuando más la necesitan.
  2. MULCHING: El uso de mulching alrededor de las plantas ayuda a conservar la humedad del suelo y a reducir la evaporación. Materiales como la corteza de pino, astillas de madera o el coco son excelentes opciones. Además, el mulching ayuda a mantener las raíces frescas durante los días más calurosos.
  3. Monitoreo de la humedad del suelo: Invertir en sensores de humedad del suelo puede proporcionar datos precisos sobre cuándo y cuánto regar. Estos dispositivos pueden ayudarte a evitar el riego excesivo o insuficiente, asegurando que las plantas reciban la cantidad justa de agua.
  4. Selección de plantas adecuadas: Opta por plantas que sean adecuadas para tu clima y que tengan necesidades de agua similares. Las plantas nativas o adaptadas a condiciones secas generalmente requieren menos riego y son más resistentes a las variaciones climáticas.

 

 

Optimizar el riego en horas de menor insolación no solo beneficia la salud de tus plantas, sino que también contribuye a la sostenibilidad y al ahorro de recursos. Adoptar prácticas de riego eficiente y ajustar los horarios de riego a las primeras horas de la mañana o al final de la tarde puede marcar una gran diferencia en el rendimiento de tu jardín. Con estos sencillos ajustes, puedes disfrutar de un jardín exuberante y saludable durante todo el año, mientras cuidas del medio ambiente.

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This article was written by bures

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