Pasos para crear tu huerto urbano
Cada vez cuesta más encontrar tomates con sabor a tomate, que saben a lo que dice su nombre, y el aire de las ciudades es menos limpio y saludable, y asfixiante en épocas de calor en las grandes urbes. Faltan áreas verdes y espacios para poder disfrutar de la naturaleza: una pequeña zona de cultivo mejora el entorno en que vivimos y nos permite autoabastecernos de algunos productos básicos.
Hace algún tiempo que los huertos urbanos se han puesto de moda y es una de esas tendencias de la cual es recomendable volverse seguidor. Igual que la comida sabe mejor cuando uno mismo la prepara, las hortalizas tienen otro sabor cuando las hemos plantado, cuidado y cosechado nosotros mismos. Y, de paso, con estos pequeños vergeles ayudamos a purificar y refrescar el aire de nuestra ciudad.
Lo primero que necesitamos para crear nuestra huerta es un lugar exterior con bastantes horas de sol directo. Si no contamos con este requisito, en vez de verduras podemos cultivar plantas aromáticas, que no necesitan tantas horas de luz directa del sol.
Podemos usar recipientes anchos de cerámica o madera, con una altura de entre 15 y 20 cm y con agujeros por los que pueda salir el exceso de agua (agujeros de drenaje). En estos recipientes dispondremos de un sustrato especial para huertos urbanos, como la Tierra Hortícola, y entonces podemos poner las semillas o las pequeñas plantas de huerta (los planteles) que queramos cosechar.
Ante la falta de experiencia y teniendo en cuenta que estamos en noviembre, los cultivos ideales para esta época son las lechugas, los ajos y las espinacas. Con la variedad lograremos tener un huerto más fácil de manejar. Si, en cambio, preferimos empezar en este mundo de los huertos urbanos con algo más sencillo, entonces podemos optar por comprar especies aromáticas como el perejil, el tomillo y el romero.
Cada planta, en función también del clima de la ciudad, requiere de diferentes ritmos de riego. En general, lo mejor es mantener el sustrato húmedo con riegos cortos y frecuentes. Para ello es importante que el sustrato tenga un buen drenaje y una buena capacidad de aireación para las raíces. Poco a poco iremos conociendo las necesidades de riego de las especies que hemos plantado.
¿Y los tomates? Cuando hayamos aprendido a cuidar nuestro huerto de invierno entonces podremos iniciarnos en el mundo del cultivo del tomate, que no es sencillo, pues es una hortaliza de verano con altas necesidades nutricionales y de manejo. Con estos primeros pasos de cultivo en huerto urbano ya podemos disponer de una ensalada hecha completamente con nuestras manos.
This article was written by bures