A lo largo de la historia la observación de la naturaleza, y la capacidad del ser humano para extraer ese conocimiento y aplicar el aprendizaje, ha hecho que la agricultura (y la jardinería posteriormente) hayan avanzado y mejorado notablemente. El mulching es una de las técnicas que hemos adoptado a imagen y semejanza de la madre naturaleza, que crea mulch en los bosques desde el origen.
Los bosques y otras masas y pulmones vegetales crecen a pesar de las inclemencias o de las condiciones realmente adversas de la climatología. La propia naturaleza dispone de medios de protección a su alcance para beneficio de las plantas. Observando cómo se protegen los bosques y como aplican mulch por sí mismos protegiendo el suelo, las plantas, las raíces de los árboles y creando capas orgánicas en beneficio propio, el ser humano ha aprendido a hacer mulching y a proteger sus propios cultivos, así como sus jardines decorativos.
En horticultura el mulching designa la materia orgánica: hojas, recortes de hierba, corteza de pino, chips de coco… o inorgánica: arcilla expandida, puzolana volcánica, cerámica triturada, que se distribuye por el suelo con fin de protegerlo, aportarle nutrientes, mejorar la retención de agua o con fines meramente decorativos.
Cuando el mulching se realiza adecuadamente, este puede ofrecer muchos beneficios:
This article was written by bures