La buena tierra
Olivos en maceta
El olivo es un árbol de tamaño medio a grande, por lo que necesitarás una maceta lo suficientemente grande para que el árbol pueda desarrollar sus raíces y crecer. Una maceta de al menos 50-60 cm de diámetro y profundidad es recomendable para un árbol joven. A medida que el árbol crece, es posible que debas trasplantarlo a una maceta más grande.
Uno de los aspectos a destacar es aportar un sustrato que sea ligero y tenga un buen drenaje. Desde BURÉS os recomendamos en SUSTRATO PARA HORTÍCOLAS ECOLÓGICO, una mezcla especial preparado a base de fibra de coco y mantillo vegetal que absorbe bien el agua entre riegos, presenta un elevado contenido en materia orgánica y una elevada capacidad de retención de agua y aireación.
También es importante asegurarse de que la maceta tenga un buen drenaje para evitar que el agua se acumule en la base y provoque pudrición de las raíces. Coloca una capa de grava o piedras en el fondo de la maceta para ayudar a drenar el agua.
El olivo es una planta que necesita mucho sol, por lo que debes asegurarte de que la maceta esté en un lugar donde reciba al menos 6 horas de luz solar directa al día. También es importante regar el olivo regularmente, asegurándote de que la tierra esté húmeda pero no empapada.
Por último, es recomendable fertilizar el olivo cada dos o tres semanas durante la temporada de crecimiento con un fertilizante balanceado para ayudar a mantener la salud y el vigor del árbol. En este caso, recomendamos el VIGORHUMUS H-46 o el VIGORHUMUS H-90, dos abonos órgano-minerales con certificado ecológico que aportan un alto contenido en fósforo y especialmente potasio para proporcionar al cultivo los nutrientes adecuados en sus etapas de floración y fructificación y que permiten un desarrollo óptimo.
En resumen, es posible cultivar un olivo en maceta siempre que se tenga en cuenta el tamaño de la maceta, el drenaje, la exposición al sol, el riego y la fertilización adecuados.
This article was written by bures