En invierno debemos realizar los trabajos de poda y limpiezas de jardines y patios, y preparar el jardín y el suelo de cultivo para la llegada de la primavera.
La poda de árboles y arbustos debe adaptarse a cada tipo de planta y a sus necesidades. Recuerda que los trabajos de poda muy severos pueden causar daños irreparables. Además, podar especies que florecen sobre ramas del año anterior o madera vieja no nos va a permitir disfrutar de su floración plena.
En esta época es también importante preparar el suelo. Los trabajos de limpieza del huerto y del jardín suelen ir acompañados de un aporte de materia orgánica en el suelo. El mantillo y el estiércol de caballo enriquecen la tierra en materia orgánica y nutrientes de origen natural. Los elementos nutricionales aportados (nitrógeno, fósforo y potasio) quedan retenidos en la matriz del suelo y están disponibles para las plantas en primavera al reiniciarse la actividad vegetativa. Es interesante realizar la aportación de materia orgánica en el momento de parada invernal, mezclando bien el producto con la tierra del huerto o del jardín una vez limpio de restos de vegetación.
También es importante realizar una gestión adecuada de esos restos vegetales ya que es una buena práctica medioambiental y de responsabilidad social. Debemos separarlos de otros restos no orgánicos procedentes del jardín y gestionarlos de forma segregada en plantas de compostaje y centros de recogida.
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