Los suelos estructurales son la solución a la necesidad de disponer de suelos aireados en zonas urbanas que permitan un buen desarrollo del arbolado y también mantener la función de soporte para estructuras fijas como marquesinas, pavimentos de aceras, carteles, …

La calidad agronómica del suelo urbano: poco fértil, muy compactado y frecuentemente ocupado por instalaciones y pavimentos, no permite una buena proliferación de las raíces y un sano desarrollo de los árboles en las ciudades. El suelo estructural es una mezcla de gravas de granulometría gruesa (que estructura y airea el medio) y partículas pequeñas que garantizan el aporte de agua y nutrientes que admiten ser compactado por medios mecánicos manteniendo sus cualidades como sustrato.

Los suelos estructurales de Burés son productos con las siguientes características:

– elevada macro-porosidad que influye en las relaciones aire/agua del medio de cultivo.
– mayor oxigenación de las raíces debido a una elevada aireación, hecho que favorece la proliferación de raíces más profundas evitando enraizamientos compactados y en espacios no apropiados para el buen desarrollo de los árboles.
– alta velocidad de infiltración del agua.
– elevada estabilidad estructural.
– resistentes a la compactación del suelo sin afectación del medio de desarrollo radicular.